martes, 2 de diciembre de 2008

Elena


Una habitación amplia. Sus altos techos hacen que el aire se enfríe, porque no tiene la necesidad de tocarse. En las paredes, la pintura esta ajada y en algunos lugares ya ha desistido a permanecer unida al revoque, puesto que falta el calor que expanda la materia. Esas paredes fueron blancas. Fueron luz. Fueron. Y ahora son porque no les queda otra. Al fondo, reposa, encastrado por siempre y para siempre en la pared, el hogar. Este hogar supo tener leña, ahora sólo sabe de cenizas, restos de lo que alguna vez tuvo vida. El piso, que supo de tacos y smoking, supo también de gotas de coñac derramadas con asombro por un brusco movimiento del caballero que alguna vez tomó a Elena por la cintura (Elena supo tener cintura) con su brazo fuerte y que, posando sus labios secos de fumador la besó con tal pasión que a Elena (que supo tener labios suaves como la seda china, los cuales pintaba color flor de ceibo) le transpiraron las puntas de los pies.
Justo en el punto por donde todas las líneas se rozarían, si decidiéramos que el piso fuese un asterisco, hay una mecedora. Pero no esperemos encontrar aquí a Elena, tejiendo gorros a crochet con minúsculos lentes sobre su tabique. No. Porque Elena supo. Y así como supo, nunca dejará de saber. Entonces Elena baila. Y ríe a carcajadas, y su risa hace eco en las displicentes paredes y pareciera que mil Elenas ríen con Elena. Y Elena pasa el dedo por las gotas de coñac, y se chupa el dedo ennegrecido por el polvo y guiña el ojo izquierdo con una sonrisa picara y el caballero le devuelve la sonrisa. Y con desmesurado frenesí ella se revuelca por el piso abrazando esa porción de moléculas que ya no están frías porque ella las rodeó y las puso todas apretadas, todas las unas sobre las otras, sudando.
Elena está sola, pero bien acompañada.

4 comentarios:

carmela dijo...

Me encantó. Me identifiqué, no con el contenido mismo del relato, sino con el relato mismo.


Lo interesante seria también pensar que es lo que sabré Elena (siempre los misterios del futuro me atrapan)


besooooteeees

carmela dijo...

fe de erratas: sabrá



-tengo problemas con los tiempos que corren-

Lucí dijo...

carmelunguiss...lo que Elena sabe lo sabe ella y nada más, y no me lo cuenta...mejor, porque si me lo contaría por ahi que me vería tentada a escribirlo...jeje

MM dijo...

Yo simplemente diré que la soledad es un término relativo.
Cuándo se estoy sola? Cuándo estoy acompañada? Cuándo estoy sola puedo estar acompañada...
Puedo estar en ambas situaciones en el mismo tiempo y espacio.